EL DUELO TRAS UNA MUERTE POR SUICIDIO: LOS SUPERVIVIENTES
En esta ocasión quiero dar un poco de luz sobre una realidad más silenciada que la muerte por suicidio, el duelo de los familiares de las personas que logran quitarse la vida. Quiero dar a conocer la dura realidad de quienes quedan, de los familiares y allegados de personas que un día tomaron la decisión de suicidarse y lo lograron. Estas personas, auto-denominadas supervivientes tienen un duro recorrido por delante para reconstruir sus vidas y lograr volver a encontrar un significado a ese futuro en el que la persona querida ya no estará.
El Duelo tras una Muerte por Suicidio
No es posible desarrollar en tan breve espacio los pormenores del proceso de duelo y menos aún entrar a analizar los aspectos diferenciales presentes en el duelo que acontece tras una muerte violenta, inesperada y traumática, como la muerte por suicidio. No obstante sí quiero poner el foco sobre algunos puntos básicos. Para ello, quiero citar a Neimeyer (2002), quien explica que:
“Aunque es importante no “patologizar” el duelo presentándolo como si fuera una enfermedad, también es importante reconocer que la reorganización satisfactoria de la propia vida después de una pérdida importante no es un resultado que esté garantizado”.
En este sentido, puede ser útil tener presente que:
- La posibilidad de que el duelo se complique, será mayor en aquellos casos en los que la pérdida haya sido traumática (como un suicidio).
- La calidad del apoyo con que cuenten los dolientes será un facilitador para resolver el duelo o, por el contrario, dificultar su elaboración.
- El tabú que rodea al suicidio, la ocultación del motivo de la muerte por miedo al rechazo, al juicio, los sentimientos de culpa, etc. son factores que dificultan enormemente el proceso
¿Y qué hacemos en Volver a Vivir como profesionales del acompañamiento?
Considero una responsabilidad dar a conocer la realidad del suicidio y sus repercusiones, no solo en relación a las personas con ideación suicida y/o intentos autolíticos, sino también en relación a sus familiares y amigos.
Con relación a los primeros protagonistas, los suicidas, estamos siendo testigos de cómo se comienza a gestar un cambio de actitud en sociedad, medios de comunicación y ámbitos políticos y profesionales; de manera que de ser una realidad oculta, se está pasando a la visibilización de este enorme problema rompiéndose uno de los mitos que aparecen detrás del suicidio.
Respecto a los segundos protagonistas, los supervivientes, en base a mi experiencia profesional debo decir que cuando hablamos del entorno que les rodea, de lo que viven en su relación diaria con alguien con ideación suicida y de lo que viven cuando ésta muere por suicidio, la ocultación y el silencio siguen siendo abrumadores. El sentimiento de culpa, la verguenza por lo que los demás pensaran son factores determinantes a trabajar con los dolientes desde el principio para evitar la cronicidad del duelo.
El proceso de duelo debe considerarse como algo en lo que los supervivientes tienen un papel activo y realizan acciones concretas (adaptativas o no) para hacer frente a su dolor. En este sentido, es fundamental concienciar a los distintos actores sociales y profesionales que pudieran entrar en contacto con los supervivientes, de que ellos también pueden -y deben- participar activamente en este proceso, acompañándoles, rompiendo el silencio y permitiéndoles HABLAR DE SU DOLOR.
Es muy frecuente que sean los amigos cercanos al doliente los que nos consulten sobre el acompañamiento al doliente siendo muy importante conseguir un primer contacto con ellos dado que este suele ser uno de los obstáculos que más rondan el duelo por un suicidio. Se sienten tan culpables y tan desolados que creen que no deben ser ayudados.
Si estas en una de estas situaciones o conoces a alguien estamos aquí para ayudarte.
Escribenos a : info@paravolveravivir.com
Y descubrirás que No estás solo!